gota fría

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Gota fría

La gota fría, también llamada DANA —siglas para depresión aislada en niveles altos— o dana,[a]​ es un fenómeno meteorológico en forma de masa de aire que se desprende por completo de una corriente muy fría y que desciende sobre otra de aire caliente, produciendo grandes perturbaciones atmosféricas acompañadas de precipitación muy intensa.[2]​ Las gotas frías pueden permanecer casi estacionarias durante días o, en ocasiones, pueden moverse hacia el oeste en dirección opuesta al flujo predominante en el aire (es decir, en retroceso).
El término popular se utiliza para describir el fenómeno meteorológico asociado. En España, aparece cuando un frente de aire polar muy frío, una corriente en chorro, avanza lentamente sobre Europa Occidental, a gran altura (normalmente 5-9 km) y que, al chocar con el aire más cálido y húmedo del mar Mediterráneo, genera fuertes y dañinas tormentas. Con la locución «gota fría» se designa en meteorología a un volumen limitado de aire frío en los niveles altos de la atmósfera, que en una carta meteorológica se representa rodeado con isotermas cerradas.
En el uso moderno, el término se usa para referirse a cualquier episodio pluvial de alto impacto durante el otoño a lo largo del Mediterráneo occidental y puede ser análogo al episodio cevenol en Francia,[3]​ o al episodio mediterráneo.
Günter D. Roth define a la gota fría como un anticiclón entre 5000 y 10000 metros de altitud. El núcleo consiste en aire muy frío. Provoca tormentas y lluvias muy frías.[4]​ Aunque básicamente correcta, esta definición es poco satisfactoria por dos motivos: en primer lugar, no se trata de un anticiclón sino de todo lo contrario, es decir, de una depresión aislada en niveles altos y de ahí el nombre más apropiado que recibe en meteorología de DANA[5]​, que se forma al producirse una ruptura en la circulación general del oeste (en el caso de latitudes medias), provocando de este modo que la corriente en chorro genere un ramal descendente que se aísla de la circulación general. Al producirse esta incursión del chorro polar en latitudes menores, se genera una "gota" de aire frío que se ve rodeada de una gran masa de aire cálido (anticiclón subtropical). Esto propicia, como consecuencia del gradiente térmico vertical, el ascenso de una gran masa de aire caliente y húmedo hasta las capas medias y altas atmosféricas. Y en segundo lugar, la expresión «lluvias muy frías» no tiene mayor sentido: las precipitaciones siempre tienen la temperatura del aire donde se desarrollan. A menudo, el ascenso de la columna de aire es tan rápida que se enfría muy bruscamente, produciéndose granizo. Es por ello que el nombre que mejor representa este fenómeno es el de DANA y su origen siempre se localiza, como las siglas indican, en los niveles altos de la atmósfera. Los efectos asociados a esta depresión de capas altas se dejan notar, especialmente, en zonas costeras donde se concentran aguas a una temperatura superior a lo normal, que da origen al ascenso de aire húmedo y cálido que produce lluvia muy intensa y duradera.
El diámetro de una gota fría puede alcanzar a unos cientos de kilómetros. Es homogéneo y sin línea de frente que lo separe de las masas circundantes, y tiene una influencia determinante sobre el tiempo. La gota fría conduce generalmente a una circulación atmosférica de bloqueo en la que no existe una componente de vientos determinante puesto que ha quedado excluida de la circulación general del oeste. Se asiste pues, a la formación de una depresión aislada en niveles altos de la atmósfera.[6]
No debe confundirse el término de "gota fría" con las bolsas de aire frío que tienen su origen en la mesoescala, bajo una tormenta o un chubasco en los que las precipitaciones sólidas o líquidas arrastran en su caída a la superficie, masas de aire frío del entorno en el que se han formado. Como el aire frío es más denso que el aire cálido, este es capaz de acumularse en la superficie formando una "cúpula de aire frío" que recibe el nombre de bolsa de aire frío, como el aire frío se acumula de abajo arriba se genera una inversión térmica. No obstante en el límite con el aire cálido del entorno se establece un "frente de racha" que separa ambas masas de aire.
El origen de la gota fría aparece en 1886 en la escuela alemana, que introdujo la idea de Kaltlufttropfen, cuya traducción al castellano es "gota de aire frío". La definición que se le dio fue la siguiente: "una marcada depresión en altura, sin reflejo en superficie, en cuya parte central se encuentra el aire más frío".[7]
Posteriormente, con la mejora de los métodos de observación, se comprobó que las depresiones en altura no tienen por qué tener un reflejo en niveles bajos y en superficie. De hecho, bajo una configuración de DANA o "gota fría", el centro de acción que prima en superficie es un anticiclón o como mucho una baja térmica, que se forman al dilatarse las masas de aire superficiales debido a la acusada acción solar que calienta la superficie [cita requerida]. Además, el concepto inicial y básico de gota fría no se centraba en su génesis ni, por supuesto, en otras características que se han observado con la llegada de nuevas formas de observar y analizar la atmósfera (sondeos, observaciones de superficie y altura, satélites, modelos numéricos, nuevas teorías dinámicas, etc.).
Con el devenir de los años, y a mediados del siglo XX, se acuñó otro vocablo más preciso de gota fría, que en terminología anglosajona se le denominó cut-off low o depresión aislada cuya definición es:
Como se observa, en esta definición aparecen los elementos fundamentales asociados este tipo de situaciones que son el aislamiento, separación y su movimiento singular, independiente de la circulación del chorro donde se generó. En este nuevo, o renovado, concepto no se hace mención alguna de sus posibles reflejos en superficie (en este caso ya no se trata de una DANA ya que no solo estaría en niveles altos, se trataría de una Borrasca Fría Aislada) ni de los efectos que potencialmente pueda llevar asociada. En España este concepto se acuñó con el nombre de DANA (Depresión aislada en niveles altos). Se añadió el concepto de «en niveles altos» con tal de eliminar la ambigüedad que se podía introducir al poderlas confundir con otras que sólo se encuentran en niveles bajos (bajas térmicas).
Formalmente la expresión «gota fría» decidió rehusarse completamente tal y como decidió la AEMET. No obstante, en la actualidad, la «gota fría» es una locución que todavía continúa en el vocabulario popular (de manera errónea) para referirse a una perturbación que puede provocar precipitación excepcionalmente violenta e intensa durante unas horas o incluso días, acompañada de una destacada actividad eléctrica y de granizo que afecta a superficies reducidas o de escala mediana y sigue trayectorias imprevisibles, causando grandes lluvias y vientos fuertes.
Sin embargo, la denominación 'gota fría' y su equivalente en otros idiomas sigue siendo utilizada en 2024 por prestigiosos medios de comunicación en francés[8]​ y en inglés[9]​. La entrada principal en varias Wikipedias en otros idiomas se refiere a 'gota fría' y no a 'DANA', empezando por esta Wikipedia. Aunque se ha afirmado que este vocablo permaneció en uso como Kaltlufttropfen en su país de origen, Alemania, apenas se menciona actualmente en la prensa en lengua alemana y cuando lo hace, curiosamente lo acompaña del acrónimo en español DANA[10][11]​.
Su origen está íntimamente relacionado, como ya se ha mencionado, a la corriente en chorro polar o sencillamente chorro polar. Pues esta sufre una ruptura que produce un aislamiento de una pequeña porción de aire frío de la circulación general, situándose en entornos claramente más cálidos. Esta ruptura de la corriente en chorro puede producirse por varios motivos: en primer lugar hay que tener en cuenta que para que se produzca tal configuración atmosférica debe existir un bajo índice de circulación zonal, es decir que la corriente en chorro presente un gran número de dorsales y vaguadas, que se encuentre claramente ondulada. Este hecho sucede principalmente en verano ya que en esta época existe poco gradiente térmico horizontal (entre latitudes altas y bajas en definitiva). En consecuencia, el chorro fluye más lentamente, puede "meandrizarse" más fácilmente y fluye más al norte lo que provoca un desplazamiento al norte de las borrascas del frente polar.
Así pues, se generan vaguadas que en su desplazamiento meridional pueden separarse del chorro pasando a ser una DANA. En segundo lugar, existe cierta configuración atmosférica, que se genera también bajo un bajo índice de circulación zonal, denominada "configuración de bloqueo". Una configuración tal se produce al bifurcarse el chorro en dos ramales, en cuya zona interna permanece un anticiclón de bloqueo. Cuando se produce esta bifurcación, el ramal que queda al sur es más proclive a separarse del chorro formándose la dicha DANA o «gota fría».
La gota fría, como cualquier perturbación o sistema depresionario, obliga a las masas de aire que se elevan por convección, a presentar un giro ciclónico. Podemos dividir a la DANA o «gota fría» en dos secciones tal y como se puede hacer con una vaguada: el borde oriental y el occidental. El borde oriental del chorro de cualquier sistema depresionario es claramente el más inestable, es el borde divergente en altura, es decir, el viento geostrófico que parte del vértice de la vaguada o sección sur de la gota fría, es más veloz que el propio viento del vértice, lo que genera un vacío de masas de aire en capas altas. Esto se solventa mediante ascensos de masas de aire, pues se generan movimientos convectivos que desencadenan las tormentas más intensas.
En su borde occidental sucede lo contrario, el viento que se aproxima al vértice del sistema es más veloz que el del propio vértice, se produce una convergencia o no divergencia en altura que se solventa con un movimiento subsidente que da origen a una mayor estabilidad. Los efectos de la gota fría serán más importantes cuanto mayor sea la temperatura de las aguas marinas ya que el vapor de agua asciende repentinamente debido a la menor densidad del aire caliente y se condensa, formando rápidamente nubes de gran altura (generalmente, de más de 10 km) que casi siempre son del tipo de cumulonimbos.
Hay que dejar bastante claro que no sólo se producen efectos notorios asociados a la configuración de DANA o «gota fría» en las áreas costeras, si bien es cierto que en ellas son más notorios al existir una mayor humedad y gradiente térmico vertical. No obstante, pueden dejarse notar sus efectos sobre superficies continentales si presentan valores de humedad relativa y gradiente térmico vertical destacables.
Las configuraciones de DANA o «gota fría» pueden desarrollarse en cualquier época del año, sin embargo, los efectos de las mismas son más notorios a finales del verano y principios del otoño al encontrarse las condiciones más propensas. La creencia popular, por otro lado, es de la opinión de que sólo acontecen en esta época puesto que sus efectos se notan en este periodo más que en ningún otro, siendo un argumento incorrecto. Es conveniente matizar que configuraciones de DANA o «gota fría» pueden suceder en cualquier mes sin traer aparejado, en muchas ocasiones, fenómenos meteorológicos adversos.
El litoral mediterráneo entre septiembre y noviembre es en general el que más fenómenos meteorológicos complejos registra en toda la península ibérica con tal configuración por diversos motivos.
En término, es importante la temperatura ambiental, ya que cuanto más alta sea esta mayor será el gradiente térmico vertical.
Es este cómputo de circunstancias las que ligan casi de manera perfecta los términos de "gota fría" o DANA al Mediterráneo en esta época. Sin embargo, como se ha comentado, no es la única región que puede ser afectada por esta configuración, ya que en zonas de meseta también existe un gran gradiente térmico vertical asociado al gran calentamiento diurno de la superficie. A su vez se puede generar una advección de humedad del Mediterráneo (llegando de manera más difusa y desvaneciéndose de este a oeste su acción), todo ello puede generar una actividad tormentosa acentuada igualmente en el interior peninsular.
Las gotas frías pues, son frecuentes en la totalidad de las latitudes medias al estar bajo influencia del chorro, pero como se viene insistiendo, adquieren especial importancia en el entorno del clima mediterráneo, donde el mar proporciona abundante humedad, considerándose por su breve periodo de recurrencia un rasgo característico del régimen pluviométrico de dicho clima.
En la vertiente mediterránea española, en especial en la Comunidad Valenciana y Región de Murcia, su intensidad puede ser devastadora produciéndose la sucesión de decenas de tormentas, sin apenas descanso entre ellas, con vientos muy fuertes (aunque poco extendidos, teniendo en cuenta que esta depresión no tiene reflejo en superficie, no encontramos isobaras muy juntas que hagan evidenciar fuerte viento, el fuerte viento en este caso se debe a condiciones de mesoescala) y precipitación que pueden superar la producida por las tormentas de la zona intertropical que llena las ramblas, produciendo inundaciones muy severas. También en Cataluña suelen presentarse estos fenómenos.
En síntesis, la gota fría es un fenómeno que la creencia popular únicamente asocia (de manera errónea) al Mediterráneo al ser más notorios sus efectos en dicha región, ya que el contraste térmico es mayor que en otras zonas. Es un mar que se calienta mucho en verano y que puede llegar a estar cerca de treinta grados en zonas cercanas a la costa, pero cuando llega el otoño suelen entrar bolsas de aire frío en capas altas. Al ser más ligero el aire caliente que hay sobre el Mediterráneo, este asciende rápidamente. Si en ese punto sopla viento de levante que aporte más humedad y la empuje a tierra, es cuando desata su poder. La gota fría, al igual que los huracanes, depende del mar para obtener su energía, por lo que los mayores vientos y las mayores lluvias suelen darse en la costa, también al igual que los huracanes. La gota fría gira, pudiendo incluso intuirse un ojo en su centro en muchas ocasiones.
La gota fría es un fenómeno meteorológico de peligrosidad alta en aquellas zonas donde se produce. El pico de precipitaciones otoñales en las costas del levante peninsular se han venido produciendo siempre durante este tipo de fenómenos, pudiendo llegar a causar severas inundaciones, erosión, numerosas víctimas y destrucciones localizadas o en áreas bastante extensas como ocurrió en la ciudad de Murcia en 1876. Se llega a extremos de lluvia intensa que, como en Gandía (Valencia) en 1987 llegó a superar los 500 l/m², una cantidad equivalente a algo más de lo que llueve en la zona en todo un año.
El viento puede llegar a más de 140 km/h en la costa causando caídas de árboles, pero en el interior amaina rápidamente de manera considerable.
La marejada resultante puede destruir playas, embarcaciones y paseos marítimos, llegando a penetrar el mar en tierra firme y llegando a destruir los locales en primera línea. Las marejadas propias de la gota fría no son tan poderosas como las de los huracanes, pero aun así pueden elevar el nivel del mar 1 metro o más tragándose playas y paseos. Los oleajes suelen superar los 4 o 5 m de altura, con olas que sin ser muy altas albergan una gran potencia por su corta longitud de onda.
Al fenómeno de la gota fría se le debe el récord de precipitación máxima en 24 horas de España el 3 de noviembre de 1987, con 817 mm en Oliva, Valencia. También existe un dato (no confirmado por la AEMET) que dice que el día de 2 de octubre de 1957 cayeron en Jávea (Alicante) 871 mm. Unos mapas de este fenómeno pueden verse en un documento del periódico El Mundo.[21]
En primer lugar, hay que tener en cuenta que en estos meses la temperatura del agua es elevada lo que provoca que las masas de aire en contacto con la misma se calienten de igual manera, siendo aire poco denso y muy proclive a ascender en cuanto existan mecanismos de disparo, como puede ser la divergencia en altura asociada al ramal oriental del chorro de una "gota fría" o DANA. De este modo, cuando se localiza una "gota fría" al oeste peninsular, su borde delantero (que se sitúa sobre el litoral mediterráneo), impulsa estas masas de aire cálido y húmedo a las capas altas de la atmósfera, aquí se encuentran con el aire frío que compone el núcleo de la depresión en altura produciéndose una rápida y profunda convección que da lugar a nubes de cumulonimbos o de gran desarrollo vertical. Estas a su vez originan lluvia torrencial acompañada de tormenta y granizo principalmente.
En segundo lugar, es importante que sople componente de levante que produce una gran advección de humedad del Mediterráneo recalentado hacia el litoral y del litoral al interior.
En tercer lugar, la orografía juega un papel decisivo, ya que cuando este viento de levante citado irrumpe en el interior, se encuentra con sistemas montañosos que obligan a estas masas de aire tan potencialmente inestables a elevarse en altura y condensar con mayor rapidez.

  • La RAE acepta la escritura en minúscula «dana», correspondiente a la voz lexicalizada.[1]
  • «gota fría o dana, grafías adecuadas». Fundéu BBVA. 
  • Real Academia Española. «gota fría». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  • Los episodios de lluvias intensas otoñales en Francia: el cévenol. ElTiempo.com
  • Günter D. Roth (2003). Meteorología. Formaciones nubosas y otros fenómenos meteorológicos. Situaciones meteorológicas generales. Pronósticos del tiempo. Barcelona: Ediciones Omega. p. 301. 
    La edición original alemana es de 2002.

  • «NOAA's National Weather Service - Glossary». Forecast.weather.gov. Consultado el 25 de marzo de 2014. 
  • Euromet (ed.). «Glossaire météorologique». Archivado desde el original el 18 de diciembre de 2007. Consultado el 18 de octubre de 2007.  (en francés)
  • a b Francisco Martín León (12 de febrero de 3002). Instituto Nacional de Meteorología, ed. «Las gotas frías/DANAS - Ideas y conceptos básicos» (PDF). Consultado el 15 de septiembre de 2010. 
  • ««Goutte froide» : quel est ce phénomène météorologique qui a semé le chaos en Espagne ?.» (en francés). Le Figaro. 30 de octubre de 2024. Consultado el 30 de octubre de 2024. 
  • «Parts of Spain Get a Month’s Worth of Rain in a Day - The New York Times.» (en inglés). 30 de octubre de 2024. Consultado el 31 de octubre de 2024. (requiere suscripción). 
  • «Eine erneute „Dana“ sorgt für Verwüstung und bisher mehr als 90 Tote - Overton Magazin.» (en alemán). 30 de octubre de 2024. Consultado el 31 de octubre de 2024. 
  • «Kaltlufttropfen: «Dana» – Das Wetterphänomen hinter dem Mega-Unwetter in Spanien - L'essentiel.» (en alemán). 30 de octubre de 2024. Consultado el 31 de octubre de 2024. 
  • «Reconocen el récord del diluvio de Oliva (Valencia) del 3 de noviembre de 1987». www.tiempo.com. Consultado el 7 de febrero de 2017. 
  • «Vera sigue con temor a las lluvias diez años después de la riada mortal». Diario de Almería. Consultado el 31 de octubre de 2024. 
  • «Álbum de fotos. La gota fría». servicios.laverdad.es. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016. Consultado el 7 de febrero de 2017. 
  • «La gota fría más trágica de los últimos años». La Verdad de Murcia. Consultado el 7 de febrero de 2017. 
  • 20Minutos (14 de septiembre de 2019). «Suben a seis los muertos por la gota fría tras el hallazgo de un cadáver en Orihuela». 20minutos.es - Últimas Noticias. Consultado el 17 de septiembre de 2019. 
  • Burgos, Rafa (17 de septiembre de 2019). «Hallado el cadáver del holandés desaparecido el domingo en la gota fría». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 17 de septiembre de 2019. 
  • Radio Cadena COPE Programa "Herrera en la COPE" Entrevista al Director de Operaciones del Consorcio de Compensación de Seguros (17 de septiembre, 2019).
  • García Arenales, María (4 de septiembre de 2023). «Ni Madrid ni Toledo: estos son los lugares de España donde más ha llovido por la DANA según la AEMET». Infobae. Consultado el 5 de septiembre de 2023. 
  • Villalvilla, Por Elena L. (29 de octubre de 2024). «La DANA barre la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía: AVE interrumpido y varios desaparecidos». infobae. Consultado el 29 de octubre de 2024. 
  • EL MUNDO / La gota fría.
  • «Un caso de baja segregada en niveles altos sobre el sur de Sudamérica: descripción del ciclo de vida y su relación con la precipitación.». Consultado el 16 de marzo de 2017. 
  • «La nieve transformó a Buenos Aires». Archivado desde el original el 12 de enero de 2019. Consultado el 5 de abril de 2017. 
  • «Nieve en Buenos Aires». Consultado el 5 de abril de 2017. 
  • «Se registraron dos trombas sobre el Río de la Plata». Archivado desde el original el 17 de marzo de 2017. Consultado el 16 de marzo de 2017. 
  • «Características meteorológicas del evento de precipitaciones ocurridas el 2 de abril de 2013.». Consultado el 16 de marzo de 2017. 
  • «Neuquén: más de 1300 evacuados por la llegada de la peor tormenta en 40 años». Archivado desde el original el 17 de marzo de 2017. Consultado el 16 de marzo de 2017. 
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